Miel de castaño

La miel de castaño es la miel recogida por las abejas en los terrenos donde domina la flor de castaño, que suele a florecer entre junio y julio. Se trata de una miel muy apreciada por su sabor intenso y su aroma penetrante, con notas amaderadas y animales. Tiene un color ámbar oscuro o rojizo, y una consistencia líquida o blanda, ya que cristaliza muy lentamente. Además, tiene un toque amargo y salado al final, lo que la hace única entre las mieles

La miel de castaño es la miel recogida por las abejas en los terrenos donde domina la flor de castaño, que suele a florecer entre junio y julio. Se trata de una miel muy apreciada por su sabor intenso y su aroma penetrante, con notas amaderadas y animales. Tiene un color ámbar oscuro o rojizo, y una consistencia líquida o blanda, ya que cristaliza muy lentamente. Además, tiene un toque amargo y salado al final, lo que la hace única entre las mieles

SABOR Y COLOR

Como hemos dicho, la miel de castaño tiene un sabor fuerte y complejo, con matices dulces, amargos y salados. Su color varía según el origen floral, el clima y la época de recolección, pero suele ser ámbar oscuro o muy oscuro, con reflejos rojizos o verdosos. Su textura es fluida o cremosa, y no forma cristales grandes.

DE DÓNDE SE OBTIENE

La miel de castaño se obtiene principalmente de los países mediterráneos, como España, Italia, Francia o Grecia, donde el castaño es un árbol típico de las zonas montañosas y húmedas.
En España, las principales zonas productoras son Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Aragón, Cataluña y Castilla y León.

VALORES NUTRICIONALES

La miel de castaño es una fuente natural de energía, ya que contiene principalmente azúcares simples (fructosa y glucosa), que se asimilan rápidamente por el organismo. También aporta vitaminas del grupo B (B1, B2, B3, B5 y B6), vitamina C y minerales como el potasio, el calcio, el magnesio, el hierro o el cobre. Además, tiene un alto contenido en polen y propóleo, sustancias con propiedades antioxidantes y antibacterianas.

BENEFICIOS

La miel de castaño tiene múltiples beneficios para la salud, gracias a sus propiedades nutritivas y terapéuticas. Algunos de ellos son:

Mejora la circulación sanguínea: la miel de castaño tiene un efecto vasodilatador y anticoagulante, lo que ayuda a prevenir o aliviar problemas circulatorios como la hipertensión, las varices o las hemorroides.

Combate la anemia: la miel de castaño es rica en hierro, un mineral esencial para la formación de los glóbulos rojos y el transporte del oxígeno en la sangre. Por eso, es recomendable para personas con anemia ferropénica o falta de hierro.

Refuerza el sistema inmunológico: la miel de castaño contiene polen y propóleo, dos sustancias que estimulan las defensas naturales del organismo frente a las infecciones. Además, tiene un efecto antiinflamatorio y cicatrizante sobre las heridas o las úlceras.

Favorece la digestión: la miel de castaño tiene un efecto prebiótico, es decir, que favorece el crecimiento de la flora intestinal beneficiosa, lo que mejora la digestión y previene el estreñimiento. También tiene un efecto antiséptico y antiespasmódico, que alivia los dolores abdominales, las diarreas o las disenterías.

Alivia la tos y el asma: la miel de castaño tiene un efecto expectorante y balsámico, que ayuda a eliminar las flemas y a calmar la irritación de las vías respiratorias. Por eso, es útil para tratar la tos, el asma, la bronquitis o el catarro.

CONTRAINDICACIONES

La miel de castaño es un alimento natural y seguro, que no suele tener contraindicaciones ni efectos secundarios. Sin embargo, hay algunas precauciones que se deben tener en cuenta:

  • No se recomienda para personas con diabetes ya que la miel contiene azúcares naturales que pueden alterar los niveles de glucosa en sangre.
  • No se recomienda para personas alérgicas al polen o al propóleo, ya que la miel puede contener trazas de estas sustancias y provocar reacciones adversas como urticaria, picor o dificultad para respirar.
  • No se recomienda para niños menores de un año, ya que la miel puede contener esporas de una bacteria llamada Clostridium botulinum, que puede causar botulismo infantil, una enfermedad grave que afecta al sistema nervioso.